Si bien la mente nos permite aprender, es también quien se encarga de procesar, digerir o asimilar las situaciones y emociones vívidas, y cuando pasa una situación verdaderamente signicativa para alguien, la mente tiene menos espacio para los procesos de aprendizaje y se concentra en el mundo interno que lo ocupa.
Desde está propuesta, es importante identificar y procesar las emociones que vivimos para liberar espacio a la mente para los procesos de aprendizaje.
Cuando un alumno viene alegre, feliz o recibiendo recientemente una noticia buena, se percibe con una gran energía, motivado y animado durante sus clases, siendo lo contrario cuando un alumno está triste o enojado por que acaba de tener una pelea con su familia, se observa irritable, desmotivado y con poca capacidad de concentración.
Hay ocasiones que las situaciones vividas con una carga emocional intensa, son difíciles de identicar o procesar, se desplazan a otros contextos, repitiendose por ejemplo en la escuela y manifestándose como una conducta que pareciera un problema en el aprendizaje.
Hurtado, M. (2017). Los conflictos emocionales y los problemas de aprendizaje: una estrecha relación. abril 18, 2021, de Centro Eleia Sitio web: https://www.centroeleia.edu.mx/blog/los-conflictos-emocionales-y-los-problemas-de-aprendizaje-una-estrecha-relacion/
Zepeda-Hernández, Sergio, & Abascal-Mena, Rocío, & López-Ornelas, Erick (2015). EMOCIONES:
FACTOR DE CAMBIO EN EL APRENDIZAJE. Ra Ximhai, 11(4),189-199. [fecha de Consulta 21 de Abril de 2021]. ISSN: 1665-0441. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=46142596013